Están por llegar. Desde temprano, intentó hacer de este día uno más. Puso unas ramas en la cocina a leña, para alimentar las brasas, que aun perduran de la noche anterior. Preparó unos mates. Encendió la radio y el locutor reiteró una vez más, lo dicho en las últimas emisiones: mensaje para Andrés de la Estancia La que no fue, mañana pasa vehiculo para traerlo a la ciudad, tenga todo preparado. Miró por la ventana, tragó saliva, para no dejarse invadir por esa mezcla de nostalgia y tristeza que dibujaba en su mente el recuerdo de hace veinte años atrás, cuando decidió venir al sur a probar suerte. Pensó en su patrón, que por poco no se muere en el puesto atrapado por una nevada temprana. Pensó, que si él estuviera hoy, esto no pasaría. Maldijo una vez mas a los herederos –a los que nunca conoció- por haber vendido todo, sin siquiera darse una vuelta por el lugar. Cargo el bolso con toda sus pertenencias, tomó el ultimo mate y se subió a la camioneta que con dos bocinazos anunciaba el final de un capitulo mas de la vida de un peón de campo.
Cuando miro las fotos de los frigoríficos —ese primer intento de desarrollo industrial, que surgió como complemento del oro blanco que representó la lana ovina—, no me pregunto por qué dejaron de funcionar, porque eso tiene relación con factores externos a nosotros. Lo que me provoca —el entrecruzamiento de fotos de “ estas ruinas, impregnadas de la temporalidad” (1) , que reflejan un momento de la ocupación capitalista del territorio—, es pensar en cómo, el abordaje del pasado, puede ayudarnos a entramar los hilos de un futuro que no deja de ser incierto. ¿Son estas fotos un espejo en el que nos podemos mirar para empezar a reconocernos? Ahí se me aparece, Florida Blanca, ese asentamiento español, que -cuando deciden abandonarlo- lo prenden fuego. Imagino al aónikenk observando esa escena. Ellos que eran nómades por naturaleza, que más tarde sucumbieron frente al proceso de colonización de la tierra, tratando de entender, el porqué de esa destrucción. Pienso tambien en los ...
Una más de tantas vidas que sufrieron lo mismo. Me gustó mucho, vi reflejadas muchas realidades muy conocidas, continúo con la lectura.
ResponderBorrar