Ir al contenido principal

Un témpano V



La Laguna Nimez siempre estuvo más cerca del “viejo calafate” como lo llaman ahora. La expansión urbana sobre la bahía empezó a darse recién a fines de los noventa y muy lentamente. Uno de los pasos importantes que marcó un mayor interés de los vecinos por este espejo de agua, fue en el 2001, cuando se construyó al borde de la misma, una casa de madera sobre pilotes. Allí albergaban unos canobotes. Por un par de temporadas resultaron todo un atractivo para muchos vecinos que nos animamos a remar bahía adentro, cuando el nivel del agua lo permitía. Este proceso de suba del agua dura más o menos hasta abril. Luego, el frío comienza a ser protagonista y estas comienzan a bajar y a sentir de manera más permanente el efecto de los bajo cero que caracterizan a la zona. En invierno, con menos agua, la bahía se congela y las aves dejan su lugar para que las familias de la ciudad y algún turista, puedan disfrutar de una pista natural de patinaje de una ciento cincuenta hectáreas.

Comentarios

  1. wow!!! lo maravilloso que es la naturaleza, no?

    impresionante lugar y con cada clima ha de ser una sensacion diferente para vivir ahi mismo.

    gracias por compartirlo.


    un saludo

    ResponderBorrar

Publicar un comentario

Entradas más populares de este blog

Vueltas

Escribir   un     rezo para un Dios    inexistente   Inventarme    un Dios       al cual rezarle sin fe   Encontrar    una fe       que no esté presa de una religión   Profesar   una religión      en la que no haga falta          rezar para huirle a la angustia que me acompaña desde que no estás

La memoria espectral de los frigoríficos

Cuando miro las fotos de los frigoríficos —ese primer intento de desarrollo industrial, que surgió como complemento del oro blanco que representó la lana ovina—, no me pregunto por qué dejaron de funcionar, porque eso tiene relación con factores externos a nosotros. Lo que me provoca —el entrecruzamiento de fotos de “ estas ruinas, impregnadas de la temporalidad” (1) , que reflejan un momento de la ocupación capitalista del territorio—, es pensar en cómo, el abordaje del pasado, puede ayudarnos a entramar los hilos de un futuro que no deja de ser incierto. ¿Son estas fotos un espejo en el que nos podemos mirar para empezar a reconocernos? Ahí se me aparece, Florida Blanca, ese asentamiento español, que -cuando deciden abandonarlo- lo prenden fuego. Imagino al aónikenk observando esa escena. Ellos que eran nómades por naturaleza, que más tarde sucumbieron frente al proceso de colonización de la tierra, tratando de entender, el porqué de esa destrucción. Pienso tambien en los ...

Vestigios

En Santa Cruz, la idea de lo provisorio, de estar solo de paso, estuvo siempre en permanente disputa con el deseo de arraigarse.  Muchos, como Magallanes, sin importar la actividad económica que haya prevalecido, el origen migrante, la condición social, o el motivo que los haya impulsado a venir, recalaron sólo para pasar el invierno.  Otros, como emulando a los habitantes originarios de esta tierra, lo hicieron para quedarse. Echar anclas sin vuelta, quemar las naves, decididos a establecerse. Indagar en nuestra historia es como hurgar en una construcción que, a las claras, no ha sido parte de un proyecto común.  La memoria colectiva santacruceña tiene esa impronta: aparece fragmentada, de a retazos, como si fueran partes de un todo inexistente.  Puede que, el no ser, sea la característica más significativa de nuestra identidad.  En este contexto, los vestigios de los frigoríficos construidos en Santa Cruz a principios del siglo pasado, aparecen com...