A medida que avanzamos, sumergidos en nuestros propios temores, nuestra vida va degradándose. Como un témpano, vamos perdiendo volumen y consistencia.
¿Será, esta entrega al caudal natural de la existencia, un aporte obligado, o -en nuestro transitar- estaremos retornando a ese todo al que innegablemente pertenecemos?
no tengo la respuesta. si acaso con caudal te referís a la sociedad, creo que efectivamente es ahí donde nos sumergimos no en los nuestros, sino en los temores ajenos. no sé, y creo que no saber, también está bien. un beso!
ResponderBorrarTodo se va degradando al estar en contacto en este mundo que solo nosotros hemos creado y el cual algún día nos cobrará la factura.
ResponderBorrarSaludos
Para mi, sigue siendo un interrogante, creo que de alguna manera nos vamos degradando, pero a la vez es como si cada día que vivimos lo aportaramos a un todo que nos trasciende.
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