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Ser artífices de nuestro propio destino y no instrumentos de la ambición de nadie


De preocupante se puede caracterizar el estado de animo entre los aliados del Intendente Méndez, que aspiran a desplazarlo del municipio, el año próximo, cuando elecciones mediante, los vecinos de El Calafate tengamos que elegir nuevamente autoridades comunales.

Todos de una manera u otra abonan la teoría de que después de doce años de gestión, el desgaste de la figura de Méndez es irreversible y que su proyección política fuera de la ciudad, es la única salida que nuestro representante oficial tendría, salvo que su decisión sea, la de pasarse el rubro de los empresarios hoteleros.

Pero no deja de ser notoria la forma en que la figura de Intendente Municipal ha dejado de ser importante para la vida cotidiana de los vecinos de El Calafate. Sus permanentes viajes, el ocuparse de temas que escapan al interés de los que cotidianamente hacen esfuerzos por progresar en la ciudad, la errática toma de decisiones en temas tan sensibles a las actuales ciudadanos, la pobreza política que caracteriza a su manera de administrar los destinos de la comunidad, han provocado –contrariamente a lo que muchos esperaban- el despertar de muchos vecinos que no veían en lo publico su principal interés y que hoy ven con preocupación el hecho de dejar en manos de “cualquiera” la gestión municipal que se renovará en el 2007.

Es cierto que lo más difícil de este proceso no pasa por dar riendas sueltas a expresiones voluntaristas de cambio que ante el vacío político, hoy se multiplican a granel en las mesas de café o mateadas de por medio o en cuanto lugar uno pueda imaginar, sino, en la capacidad que se tenga de generar un proceso colectivo, que transforme esas “buenas intenciones” individuales, en una respuesta orgánica y responsable, que ateniéndose a las reglas lectorales vigentes, se proponga disputar este espacio de poder.

El ya casi confirmado adelantamiento de las elecciones para marzo del 2007 –contrariamente a lo que sucede con el gobierno nacional- en el caso de Méndez, lo perjudicaría, porque de acuerdo a lo que hemos podido averiguar a nuestro jefe comunal no le queda margen para revertir su imagen entre los ciudadanos, imagen está, que de acuerdo a sondeos realizados en marzo de este año, lo encuentran en el peor momento de los más de diez años de gestión.

Clavo
¿Cómo se sacan los clavos? Se preguntaba una vecina y la respuesta no se hizo esperar “para arriba”. Esta es una de las alternativas que desde lo político se está comenzando a considerar para con Néstor Méndez, ofrecerle un “conchabo legislativo”, para que no salga disparado para cualquier lado y a la vez logre la necesaria inmunidad parlamentaria que le permita transitar tranquilo por nuestras calles sin el temor de tener que andar dando explicaciones sobre su gestión en los estrados judiciales.

Expectantes
Otro dato importante es que casi un sesenta por ciento de los votantes, no tiene identificado un candidato para la Intendencia en el 2007 y no es que no haya candidatos, sino que los existentes parece que no están haciendo todos los esfuerzos para enamorar a los electores.

La campaña, a diferencia de otros años, se va a poner interesante, no solo vamos a tener candidatos pára elegir, sino que las alternativas van a ser por demás atractivas. La posibilidad de que El Calafate retome el rumbo y se de una oportunidad para reorganizar su destino, no va a pasar como un dato más en la comunidad en un momento en el que adquiere mucha vigencia esa frase de que debemos “Ser artífices de nuestro propio destino y no instrumentos de la ambición de nadie”

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