Ir al contenido principal

Nada es para siempre


Los agradecimientos se concentraron en la figura del Presidente, ya casi como una muletilla, nuestro Intendente Municipal insiste en usar este recurso retórico para dejar claro que el es el hombre K en El Calafate y en este caso no fue distinto, el momento parecía el más preciso para elogiar la figura presidencial, agradeciéndole la construcción del gaseoducto, que viene a resolver definitivamente el problema de abastecimiento de gas para El Calafate.

La que no dudó en descalificar a nuestro jefe comunal, fue la Senadora Cristina Fernández, que le recordó que esta obra se hace gracias -en gran parte- al aporte provincial y que es en todo caso, es a este último al que habría que agradecerle.

Ahora bien, ¿puede alguien pensar que los dichos de la senadora buscaban solo marcar un error dialéctico de Néstor Méndez? No, si uno lee entre líneas, los dichos contrariando parte del discurso del intendente, buscaban algo más que señalar un error de este.

La senadora, con sus palabras, lo único que hizo fue confirmar la distancia que existe entre un maltrecho dirigente local y lo que el FPV quiere para la localidad. Distancia que se preanunció con la ausencia del presidente y del Vice Gobernador Sancho, que eligieron permanecer en al capital provincial, a estar presente en un acontecimiento –que debido a los desmanejos de Méndez- terminó presenciado masivamente por los niños de la ciudad que todavía deben estar intentando interpretar la relación entre el acto oficial y la presentación del gato con botas.

Comentarios

  1. BUENA nota debiendo remarcar que el ejecutivo municipal hoylo toma como un logro pero debemos recordar que si hubiese sido por el hoy tendriamos todolleno de torres depetroleo hasta el glaciar para que una empresa nos hiciera el favor de vendernos el gas levantando el veto en la cuenca del lago argentino para obtener petroleo, y en lo que repecta al gimnasio bastante caro salio para lo que es y todolo quele falta para que sea usado como gimnasio cuando existen recursos para hacer las cosas bien y no estas improvisaciones que nos tienen acostumbrados que cuando se iniciaron estas obras de gimnasio erapara hacerlos rapido dado la necesidad pero nadie imagino el tiempo que se iva a tardar mas de 3 años en obras que se calcularon 23 meses pero bueno no queremos ser tan pesimistas pero queremos que sepa mendez que tampoco somos boludos.-

    ResponderBorrar

Publicar un comentario

Entradas más populares de este blog

No ser

Llegué a la escritura motivado por una búsqueda, en principio inconsciente, que se corporizó en mí cuando empecé a tener noción de lo que representaba el haber nacido en un campamento petrolero. Un lugar que, a la vez, era ningún lugar; un hábitat en el que, el único rasgo permanente, estaba conformado por lo provisorio. De hecho, mi permanencia en Cañadón Seco, duró lo que pudo haber durado la convalecencia posparto de mi madre.  La imagino a ella llevándome en brazos, en el transporte de Mottino y Acuña, mezclada entre los obreros que regresaban a Caleta Olivia.  Apenas unas horas de vida tenía y ya formaba parte de un colectivo. Un colectivo de obreros, llegados de todos lados buscando el amparo de eso que se erguía como una sigla que, en ese tiempo, todo lo podía: YPF. —Nacido en Cañadón Seco —decía cuando me preguntaban— y criado en Caleta Olivia —agregaba en el intento de transmitir alguna certeza acerca de mi origen. Empecé a pensar en esto cuando me vine a vivir ...

Encuentro

Estaba sentado en la confitería de la terminal. Lo reconocí, aunque no había leído hasta ese momento ninguno de sus libros. Era Peña, el escritor, Héctor Rodolfo “Lobo” Peña. Había escuchado hablar de él, de sus premios y de la Trágica gaviota patagónica, su libro más mentado. Nos saludamos con un ligero movimiento de cabeza y, sin decir nada, seguí con mis cosas. Pasaron más de veinte años de ese momento. Peña ya no está entre nosotros. A mí me quedó la imagen solitaria, como ensimismada, de él, sentado en la confitería; y me quedaron sus libros, los que, a medida que fui leyendo, fueron incrementando mi entusiasmo por su producción literaria. Incursionó en todos los géneros y en todos lo hizo con la misma vocación: la de ser fiel a su estilo. Los pájaros del lago fue el primero que leí. La trama tiene todos los condimentos de thriller. La historia me atrapó desde la primera página. Ambientada en la zona del Lago Argentino, los personajes y los lugares en los que acontecían los he...