Ir al contenido principal

Malo conocido


El temor al cambio de autoridades se acrecienta a medida que nos acercamos al 2007.

No son precisamente los vecinos los que lo sufren.

Son los funcionarios, demasiados acomodados en los despachos oficiales, los que no logran imaginarse la vida fuera de ellos.

Esta incómoda situación en la que se encuentran, parece ser la que los convierte en voceros de la continuidad, como el mejor antídoto en contra de los que nos proponen un cambio “sin garantías”.

El mito de que, “más vale malo conocido que bueno por conocer”, es potenciado por los encuentran en él, refugio para sus incertidumbres y buscan así de contagiarnos de la necesidad de no innovar, de no embarcarnos en proyectos que propicien el cambio del orden vigente. Orden que, con sus defectos e imperfecciones, es el que tenemos y el que conocemos. Llevándonos así, mansamente, por el sendero del conformismo y la resignación.

En este contexto resulta oportuno conocer la opinión de los que se animaron a innovar. Tal es el caso de Hermes J. Binner en Rosario. Consultado acerca de cómo avanzaron en ese proceso decía “Claro que las dificultades existen y que son muchísimas. A algunas las conocemos muy bien. Entre ellas, el clásico para qué cambiar si esto es así o ahora está el intendente de turno y después todo vuelve a ser igual que antes. Si cediéramos a esta mirada, lo único que podríamos hacer es sumar expedientes y esperar a que pase el tiempo; pero nosotros no estamos para eso. Esta tarea, la de la política, tiene sentido si existe una vocación transformadora.”

“Por eso, no nos interesa ser buenos administradores del viejo modelo. Porque no alcanza con sumar bien lo que antes se sumaba mal. Queremos ser administradores de un proceso de cambio. Me interesa el desafío de preguntarnos ¿se puede?, ¿podemos avanzar?, ¿hay caminos para hacerlo?, ¿qué necesitamos?”

“Y al hacerlo aparecen cosas muy sorprendentes. Por ejemplo, es erróneo pensar que todo el personal municipal es igual y que es muy poco lo que se puede hacer con él. Nosotros logramos la cooperación del CNFPP de Francia para capacitar al personal y con el mismo fin firmamos un convenio con la Universidad Tecnológica que abarcó a unos mil empleados. Al mismo tiempo rediseñamos y equipamos con nuevo mobiliario el ambiente de trabajo. Ahora hay buena iluminación y cada escritorio cuenta con una terminal. Todo eso hace al confort, pero también al buen resultado del producto. Esto lo escribió Taylor hace muchos años y no podemos despreciarlo. Si la gente tiene condiciones de trabajo adecuadas, se mete en el proyecto. Hoy, podemos decir que la actitud del personal municipal ha cambiado extraordinariamente.”

El dilema que enfrenta nuestra dirigencia local pasa por tener visión política o tener visión administrativa de la realidad. La diferencia radica en que unos salen a la realidad y buscan transformarla para hacerla más justa, más igualitaria. Y otros esperan en la oficina convencidos que, con la firma de decretos y resoluciones o con dar tres audiencia por día una vez por semana, la sociedad funciona lo mismos.

Es importante tener claro que vamos hacia una nueva forma de hacer política. Que ello trae inseguridad en mucho de nosotros y resistencia entre los que encontraron en la gestión pública la comodidad de tener asegurada una vida sin imprevistos.

Si miramos nuestra historia podremos identificar a los que tuvieron la visión de establecerse desafiando cuanta dificultad se les pudiera presentar.

Hoy tenemos la obligación de recrear esa VISION y proponernos nuevas metas a concretar.

“La visión no es meramente una imagen del futuro, no es una fotografía de lo que deseamos. La visión es un contexto para una manera de ser hoy. La visión es un lugar desde el cual venir, no es un objetivo a alcanzar... Crear una visión no es encontrar un mecanismo para la resolución de problemas y poder continuar la vida y el trabajo con normalidad. Por el contrario, el valor de una visión reside en construir un contexto a través del cual podamos manejar la incertidumbre y empezar a navegar en rutas nuevas.” Jorge Pinotti


Comentarios

Entradas más populares de este blog

No ser

Llegué a la escritura motivado por una búsqueda, en principio inconsciente, que se corporizó en mí cuando empecé a tener noción de lo que representaba el haber nacido en un campamento petrolero. Un lugar que, a la vez, era ningún lugar; un hábitat en el que, el único rasgo permanente, estaba conformado por lo provisorio. De hecho, mi permanencia en Cañadón Seco, duró lo que pudo haber durado la convalecencia posparto de mi madre.  La imagino a ella llevándome en brazos, en el transporte de Mottino y Acuña, mezclada entre los obreros que regresaban a Caleta Olivia.  Apenas unas horas de vida tenía y ya formaba parte de un colectivo. Un colectivo de obreros, llegados de todos lados buscando el amparo de eso que se erguía como una sigla que, en ese tiempo, todo lo podía: YPF. —Nacido en Cañadón Seco —decía cuando me preguntaban— y criado en Caleta Olivia —agregaba en el intento de transmitir alguna certeza acerca de mi origen. Empecé a pensar en esto cuando me vine a vivir ...

La memoria espectral de los frigoríficos

Cuando miro las fotos de los frigoríficos —ese primer intento de desarrollo industrial, que surgió como complemento del oro blanco que representó la lana ovina—, no me pregunto por qué dejaron de funcionar, porque eso tiene relación con factores externos a nosotros. Lo que me provoca —el entrecruzamiento de fotos de “ estas ruinas, impregnadas de la temporalidad” (1) , que reflejan un momento de la ocupación capitalista del territorio—, es pensar en cómo, el abordaje del pasado, puede ayudarnos a entramar los hilos de un futuro que no deja de ser incierto. ¿Son estas fotos un espejo en el que nos podemos mirar para empezar a reconocernos? Ahí se me aparece, Florida Blanca, ese asentamiento español, que -cuando deciden abandonarlo- lo prenden fuego. Imagino al aónikenk observando esa escena. Ellos que eran nómades por naturaleza, que más tarde sucumbieron frente al proceso de colonización de la tierra, tratando de entender, el porqué de esa destrucción. Pienso tambien en los ...

Oveja negra

Es difícil no sufrir, no sentir la distancia con los demás, no pensar en el por qué te ha tocado a ti este camino de soledad Cuál es el precio que se paga por ser diferente, por no confundirse entre las majadas de ovejas blancas, por distinguirse entre tanta uniformidad.  Hay días en los que, en sueños, me veo correteando entre el montón, pero al despertar, vuelvo a mi realidad.  Es ahí cuando me digo: acepta tu destino, haz tu propio camino, vale pena intentar ser uno mismo.