Ir al contenido principal

Juntos pero no revueltos


“Vos crees que algunos de estos se va a animar a presentarse si no tienen una venia de arriba? No, ninguno tiene vocación política como para animarse a salir por su propia voluntad a la calle a convocar los vecinos para organizar algo. Ya no quedan dirigentes, solo militantes del presupuesto municipal, que viven haciendo los deberes para no quedarse sin su mensualidad” despotricaba un vecino, cansado de los amagues de Osorio de ser candidato a Intendente en el 2007.

Por cierto que sus declaraciones no cayeron nada bien en el torno de Méndez, en el que a medida que pasan los días ven al diputado más como una amenaza que como un aliado incondicional y si bien son concientes de que no están en condiciones de patear el tablero, saben que si no marcan la cancha a tiempo el Diputado se los puede llevar a todos puestos.

Ya pasó en el 95, cuando Méndez se vio obligado a llevarlo en la lista de concejales, como una forma de lograr el respaldo provincial que necesitaba para llegar al municipio. No tuvo que pasar mucho tiempo para que el entonces concejal se distanciara para –con el respaldo de algunos dirigentes provinciales- iniciar su propia carrera hacia el despacho municipal.

Frustrada esa posibilidad en el 99, se refugió en SPSE, desde donde intentó mostrarse con el hombre más confiable de la estructura provincial en la localidad, para de alguna forma terminar con el ciclo político de “Néstor el incontrolable”, pero las condiciones políticas del 2003, si bien le eran favorables, lo encontraron a contramano de la historia y fue entonces que prefirió transar su destino personal a afrontar el desafío de buscar en los vecinos el respaldo para llegar a la Intendencia.

Hoy solo espera -que es como decir que “espera solo”- que lo habiliten desde el gobierno provincial como el futuro concerje de la ciudad y disfruta de los desaciertos de Méndez, como el de propiciar la ampliación del ejido municipal cuando no puede mantener libre de perros y basura la ciudad.

Sabe que puede tener una oportunidad, por eso se vio obligado a expresar públicamente -en un claro autobombo- que, o es Méndez o va a ser él el candidato oficial para el año que viene, pero sabe también, que su futuro está atado a las posibilidades que tenga el propio intendente de acceder a un cargo provincial y al respaldo que este le de con el aparato municipal.

Puede alguien confiar en que Julián va a salir a disputar por su propia iniciativa este espacio, conociendo como actuó por lo menos en los últimos doce años? La respuesta se la dejamos a cada vecino.

Comentarios

Entradas más populares de este blog

No ser

Llegué a la escritura motivado por una búsqueda, en principio inconsciente, que se corporizó en mí cuando empecé a tener noción de lo que representaba el haber nacido en un campamento petrolero. Un lugar que, a la vez, era ningún lugar; un hábitat en el que, el único rasgo permanente, estaba conformado por lo provisorio. De hecho, mi permanencia en Cañadón Seco, duró lo que pudo haber durado la convalecencia posparto de mi madre.  La imagino a ella llevándome en brazos, en el transporte de Mottino y Acuña, mezclada entre los obreros que regresaban a Caleta Olivia.  Apenas unas horas de vida tenía y ya formaba parte de un colectivo. Un colectivo de obreros, llegados de todos lados buscando el amparo de eso que se erguía como una sigla que, en ese tiempo, todo lo podía: YPF. —Nacido en Cañadón Seco —decía cuando me preguntaban— y criado en Caleta Olivia —agregaba en el intento de transmitir alguna certeza acerca de mi origen. Empecé a pensar en esto cuando me vine a vivir ...

Encuentro

Estaba sentado en la confitería de la terminal. Lo reconocí, aunque no había leído hasta ese momento ninguno de sus libros. Era Peña, el escritor, Héctor Rodolfo “Lobo” Peña. Había escuchado hablar de él, de sus premios y de la Trágica gaviota patagónica, su libro más mentado. Nos saludamos con un ligero movimiento de cabeza y, sin decir nada, seguí con mis cosas. Pasaron más de veinte años de ese momento. Peña ya no está entre nosotros. A mí me quedó la imagen solitaria, como ensimismada, de él, sentado en la confitería; y me quedaron sus libros, los que, a medida que fui leyendo, fueron incrementando mi entusiasmo por su producción literaria. Incursionó en todos los géneros y en todos lo hizo con la misma vocación: la de ser fiel a su estilo. Los pájaros del lago fue el primero que leí. La trama tiene todos los condimentos de thriller. La historia me atrapó desde la primera página. Ambientada en la zona del Lago Argentino, los personajes y los lugares en los que acontecían los he...