Atrás quedó el viejo pueblo rural. En él permanecen -como testimonio de un tiempo que ya fue- algunas construcciones que el crecimiento explosivo de la ciudad no pudo demoler y permanecen también muchas personas, a las que la modernidad no parece tentarlas con sus espejitos de colores. La tardecita amaga con llegar a su final y él, vuelve una vez más, luego de otra jornada de trabajo. Con un ritmo cansino recorre la costanera rumbo hacia su casa ubicada en el corazón de la ciudad. Hombre de a caballo como tantos, se ha acostumbrado a ver desde esa ubicación privilegiada la realidad. Vuelve en el tiempo o tal vez se va…
Escribir un rezo para un Dios inexistente Inventarme un Dios al cual rezarle sin fe Encontrar una fe que no esté presa de una religión Profesar una religión en la que no haga falta rezar para huirle a la angustia que me acompaña desde que no estás
Llego ahora a tu blog y tengo la sensación de haberme perdido mucho.Espero no seguir haciéndolo.
ResponderBorrarGracias por tu visita.
Te leo.
El tiempo vuela pero quiero pensar que mi camino deja huella buena que hay cosas que guardare en mi memoria que me hace crecer como persona me nutro de todo lo que mis ojos contemplan guardo en mi retina todo lo hermoso que hay para que mi tiempo haya sido beneficioso y sea de buen agrado recordardo en el tiempo.
ResponderBorrarCon cariño
Mari
Esa foto me da una sensación de paz increible.
ResponderBorrarTe voy a seguir leyendo.
un beso.
Y mas cuando no vemos fin en el...
ResponderBorrarbesotes de esta peke.
pd. te espero por mi rincon con tu taza de cafe caliente, siempre que quieras...