Hemos dado toda la vuelta. Desde aquí se puede apreciar en parte el conglomerado urbano que representó en los noventas el primer síntoma de crecimiento de la ciudad. Entre las viviendas residenciales uno puede encontrar pequeños y medianos hoteles, algún que otro restaurante. El paisaje no es uniforme, representa un poco la variedad de orígenes de sus habitantes.
Escribir un rezo para un Dios inexistente Inventarme un Dios al cual rezarle sin fe Encontrar una fe que no esté presa de una religión Profesar una religión en la que no haga falta rezar para huirle a la angustia que me acompaña desde que no estás
Que bello paisaje, parece recien salido de un cuento de navidad.
ResponderBorrarMil besitos!!!
De a ratos vengo siguiendo tus comentarios y hermosas imágenes de riquezas inigualables del planeta. Un abrazo y gracias por los aportes.
ResponderBorrarLas ciudades crecen y roban los espacios sagrados de la naturaleza...
ResponderBorrarAbrazos, Monique.
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ResponderBorrarPalabra tras palabra.
En esa libreta escribes el día a día. Me gusta como lo haces.
Las fotos siguen siendo increibles.
Sigo tus pasos.
Mafalda