Cruzamos un curso de agua que comunica a la bahía con el lago. Por el transitan algunas percas y las gaviotas aprovechan para alimentarse. El diseño es perfecto. Cuando el lago baja, la bahía también retrocede y el arroyo –afluente de la misma- continúa dándole vida, hasta que los deshielos vuelvan a inundarlo. Ahora bien, la bahía, nunca corta el contacto con el lago, sigue fluyendo hacia él.
Escribir un rezo para un Dios inexistente Inventarme un Dios al cual rezarle sin fe Encontrar una fe que no esté presa de una religión Profesar una religión en la que no haga falta rezar para huirle a la angustia que me acompaña desde que no estás
Parece un lugar maravilloso donde se siente paz.
ResponderBorrarSaluditos!
El arroyo como un cordón umbilical, bahía y lago, madre e hij@ siempre en contacto.
ResponderBorrarHermoso.
Felíz día