Escribir un rezo para un Dios inexistente Inventarme un Dios al cual rezarle sin fe Encontrar una fe que no esté presa de una religión Profesar una religión en la que no haga falta rezar para huirle a la angustia que me acompaña desde que no estás
Las infaltables gaviotas alborotaban el cielo plomizo sobre un montículo de basura recién depositada por un camión volcador amarillo. Allí, naturalmente, merodeaba el suizo. Y le gustaba robar; pero sus “colegas” del basural no soportaban, aunque al final debían hacerlo, esa costumbre. La ley no escrita era compartir la basura, compartir los espacios. Pero no robarse entre ellos. – El basural del frío Héctor Rodolfo Peña
¡ Que maravilla ! Plantarse en esa cima, recibir el viento en la cara, y mirar pausadamente al eterno horizonte.
ResponderBorrarMagnifico!!
Mil besitos!!!
cualquier montaña aunque pequeña que sea esconde una preciosa vista...
ResponderBorrarAprovecho para felicitarte este año que ya pronto comieza. Espero que logres los éxitos que anhelas y nos los sigas contando justo aquí...
un abrazo.
Feliz navidad a ti tb!
ResponderBorrarQue pases unas muy buenas vacaciones!
Besazooos