La proximidad con la isla me entusiasma. Su tamaño se acrecienta a medida que nos acercamos. Preocupa un poco como estará el lago en el tramo en el que uno debe pasar por el agua. Iba a decir caminar sobre las aguas, pero suena muy bíblico. También preocupa un poco la temperatura del agua, que suele ser fría, como para recordarnos de donde proviene. Pero a esto último estamos más acostumbrados en esta parte del planeta. No digo que uno no sienta frío, lo que quiero decir es que tal vez haya una mayor aceptación del mismo.
Cuando miro las fotos de los frigoríficos —ese primer intento de desarrollo industrial, que surgió como complemento del oro blanco que representó la lana ovina—, no me pregunto por qué dejaron de funcionar, porque eso tiene relación con factores externos a nosotros. Lo que me provoca —el entrecruzamiento de fotos de “ estas ruinas, impregnadas de la temporalidad” (1) , que reflejan un momento de la ocupación capitalista del territorio—, es pensar en cómo, el abordaje del pasado, puede ayudarnos a entramar los hilos de un futuro que no deja de ser incierto. ¿Son estas fotos un espejo en el que nos podemos mirar para empezar a reconocernos? Ahí se me aparece, Florida Blanca, ese asentamiento español, que -cuando deciden abandonarlo- lo prenden fuego. Imagino al aónikenk observando esa escena. Ellos que eran nómades por naturaleza, que más tarde sucumbieron frente al proceso de colonización de la tierra, tratando de entender, el porqué de esa destrucción. Pienso tambien en los ...
A mí me da por imaginarme ese mar helado para poder patinar durante horas.
ResponderBorrarUn abrazo
Una imagen que transmite desolación y belleza. En cuánto al frío, si, se acepta como algo inevitable verdad? Es un comapañero más supongo. Un abrazo :)
ResponderBorrarMe da frío solo de imaginarme...
ResponderBorrarA mi la imágen me transmite soledad.
Saluditos!
a mi esta imagen me transmite esperanza...un inmenso mar con un hermosos horizonte cargado de esperanzas.
ResponderBorrarPreciosa imagen.
Mil besitos!!!