Ya estoy sobre la isla y la imponencia del paisaje se deja ver en toda su plenitud. Me emociono una vez más, no lo puedo evitar. La potencia del escenario es muy fuerte y el flujo de imágenes tiene la energía propia de un lugar sagrado. El lago que se pierde entre las cumbres cordilleranas pintadas de blanca nieve, se confunden con el cielo, para ser un todo.
Cuando miro las fotos de los frigoríficos —ese primer intento de desarrollo industrial, que surgió como complemento del oro blanco que representó la lana ovina—, no me pregunto por qué dejaron de funcionar, porque eso tiene relación con factores externos a nosotros. Lo que me provoca —el entrecruzamiento de fotos de “ estas ruinas, impregnadas de la temporalidad” (1) , que reflejan un momento de la ocupación capitalista del territorio—, es pensar en cómo, el abordaje del pasado, puede ayudarnos a entramar los hilos de un futuro que no deja de ser incierto. ¿Son estas fotos un espejo en el que nos podemos mirar para empezar a reconocernos? Ahí se me aparece, Florida Blanca, ese asentamiento español, que -cuando deciden abandonarlo- lo prenden fuego. Imagino al aónikenk observando esa escena. Ellos que eran nómades por naturaleza, que más tarde sucumbieron frente al proceso de colonización de la tierra, tratando de entender, el porqué de esa destrucción. Pienso tambien en los ...
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ResponderBorrarDejo también aquí el anterior comentario.
Mafalda
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Yo también me hubiera imaginado el pavor del ave al detectar tu presencia.
Ojalá no destroce a sus críos, cre saber que son muy celosas a la mirada del hombre.
Me llevo en la mirada tus imágenes.
¡Felices Fiestas!
Un abrazo fuerte, fuerte.
Si te caé la navidad y el nuevo año por esos rumbos, disfrútate junto a la naturaleza.
Muackkk...
Mafalda
¡qué maravilloso paisaje¡
ResponderBorrarel lago
todo parece una pintura. me imagino lo qué debe ser registrar esos paisajes en la retina, y en el corazón.
experiencias inolvidables
besos
feliz navidad
Mis mejores deseos para estas fiestas.
ResponderBorrarFeliz Navidad!!