Ir al contenido principal

“Carta de Derechos de los Ciudadanos ante la Justicia”


Cuando alguien exige para su comunidad una justicia transparente, comprensible, atenta y responsable ante el ciudadano, ágil y tecnológicamente avanzada, en definitiva una justicia moderna y abierta a los ciudadanos, puede quedar vinculado a reclamos de la oposición o de grupos –siempre minoritarios- que hacen de estas demandas el sostén de su presencia pública.

Lo que es difícil imaginar que una exigencia de esta naturaleza esté plasmada en una “Carta de Derechos de los Ciudadanos ante la Justicia” redactada por el “FORO PATAGONICO DE LOS SUPERIORES TRIBUNALES DE JUSTICIA”, resaltando su valor como aporte de los magistrados, de lo que, a nuestro entender debería ser parte de la agenda comunitaria.

Dicha Carta, aboga asimismo por una Justicia que proteja a los más débiles, a las víctimas del delito, a los menores, a los discapacitados, a los derechos de las comunidades originarias (“indígenas”), a los derechos de los extranjeros y los inmigrantes ante la justicia.

Propiciando una relación de confianza con abogados y procuradores, una conducta deontológicamente correcta, un cliente informado, una justicia gratuita de calidad.

Y si bien, nadie desconoce el avance en términos de aplicación de justicia que implicó para nuestra comunidad la creación del Juzgado Universal, tampoco sorprenden, las declaraciones de la Defensora Oficial, la Dra. Ethel Gassman, que en FM Dimensión reconoció la existencia de un “lamento generalizado de las defensorías, que se debe la falta de medios. Citó el caso de Río gallegos como el mas delicado, ya que cuenta con una sola titular para hacerse cargo de las dos defensorías existentes”.

“El problema es que la defensoría tiene hasta cinco audiencias en un mismo día. Y a veces uno piensa que debe violar las leyes de la física porque tiene que estar en dos lugares al mismo tiempo” señaló la funcionaria judicial, poniendo sobre el tapete las falta de medios para una adecuada aplicación de Justicia.

Frente a esto, adquiere más vigencia que nunca el primer párrafo del preámbulo de la “Carta de Derechos de los Ciudadanos ante la Justicia” que señala “Ya ingresados al siglo XXI los argentinos que viven en la Patagonia demandan con urgencia una Justicia más abierta que sea capaz de dar servicio a los ciudadanos de la región con mayor agilidad, calidad y eficacia, incorporando para ello métodos de organización e instrumentos procesales más modernos y avanzados, para garantizar el estado de derecho, la igualdad ante la ley y la seguridad jurídica”.

FORO PATAGONICO DE LOS SUPERIORES TRIBUNALES DE JUSTICIA, foropatagonicostjn@rnonline.com.ar .-

LUIS LUTZ, luislutz@jusrionegro.gov.ar .-

Comentarios

Entradas más populares de este blog

No ser

Llegué a la escritura motivado por una búsqueda, en principio inconsciente, que se corporizó en mí cuando empecé a tener noción de lo que representaba el haber nacido en un campamento petrolero. Un lugar que, a la vez, era ningún lugar; un hábitat en el que, el único rasgo permanente, estaba conformado por lo provisorio. De hecho, mi permanencia en Cañadón Seco, duró lo que pudo haber durado la convalecencia posparto de mi madre.  La imagino a ella llevándome en brazos, en el transporte de Mottino y Acuña, mezclada entre los obreros que regresaban a Caleta Olivia.  Apenas unas horas de vida tenía y ya formaba parte de un colectivo. Un colectivo de obreros, llegados de todos lados buscando el amparo de eso que se erguía como una sigla que, en ese tiempo, todo lo podía: YPF. —Nacido en Cañadón Seco —decía cuando me preguntaban— y criado en Caleta Olivia —agregaba en el intento de transmitir alguna certeza acerca de mi origen. Empecé a pensar en esto cuando me vine a vivir ...

Encuentro

Estaba sentado en la confitería de la terminal. Lo reconocí, aunque no había leído hasta ese momento ninguno de sus libros. Era Peña, el escritor, Héctor Rodolfo “Lobo” Peña. Había escuchado hablar de él, de sus premios y de la Trágica gaviota patagónica, su libro más mentado. Nos saludamos con un ligero movimiento de cabeza y, sin decir nada, seguí con mis cosas. Pasaron más de veinte años de ese momento. Peña ya no está entre nosotros. A mí me quedó la imagen solitaria, como ensimismada, de él, sentado en la confitería; y me quedaron sus libros, los que, a medida que fui leyendo, fueron incrementando mi entusiasmo por su producción literaria. Incursionó en todos los géneros y en todos lo hizo con la misma vocación: la de ser fiel a su estilo. Los pájaros del lago fue el primero que leí. La trama tiene todos los condimentos de thriller. La historia me atrapó desde la primera página. Ambientada en la zona del Lago Argentino, los personajes y los lugares en los que acontecían los he...