viernes, noviembre 13, 2009

Madre roca IV

Es temprano. En la posada nos registran y decidimos aprovechar la mañana. Seguimos hacia el Lago del desierto. Nuestra primera parada es para apreciar el Chorrillo del salto. Un cascada que despliega toda su magia y encanto en medio del bosque. Subo por un sendero y me ubico a un costado. Se respira emoción. Una brisa me envuelve y va de a poco como transportándome a otra dimensión. Me dejo llevar por sensación. El sonido de las cascadas y el que hacen las olas del mar cuando se deslizan entre las piedras son los que mi oído registra como más placenteros, podría pasar horas en esta situación.

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