miércoles, noviembre 11, 2009

Madre roca II

Dejamos al zorro en paz y continuamos unos kilómetros más sobre la ruta cuarenta. Estamos felices por lo inesperado del encuentro. Es hora de girar hacia el oeste, bordeando la margen norte del Lago Viedma. Me vuelve a pasar. Siento la adrenalina en mi cuerpo. Su imagen irrumpe sobre la estepa como una muralla natural. Y siento, lo que seguramente a muchos patagónicos nos suele pasar en este momento. Madre roca... padre cielo, tu llanto descansa al pie de los ventisqueros... y cada estrella se posa en tu cima blanca, alumbrando el camino de los silencios, la letra de Hugo Giménez Agüero  vibra en mi interior como una plegaria. La ruta 23 se transforma en un poderoso imán que nos atrae hacia la montaña.

6 comentarios:

  1. no hay dia en que te vidsite y no me quede impresionada por la majestuosidad de la naturaleza.. esta montaña es preciosa, y el nombre, madre rocva.. woow... PADRE CIELO... woooowwwwwwww!! super!
    esta de fabula.


    gracias por compartirlo.


    un abrazo!

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  2. Simplemente increíble... fantástico, de verdad!

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  3. Que hermoso lugar, increible que halla lugares asi, y gracias por opinar,siempre me ayudan todos los comentarios.
    muy buenas tus fotos,un abrazo y un beso!

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  4. Que montaña tan hermosa. Gracias una vez mas por compartir, estas sensaciones i mostrarnos en todo su esplendor la rica naturaleza de la Patagonia. Abrazos.

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  5. No hay duda que la madre roca
    con su increíble majestuosidad,
    ha sido y es inspiración de
    narradores y poetas.

    Veo que como yo sois un enamorado
    de la naturaleza,cuidémosla.

    Un abrazo.

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  6. Sonia: gracias a ti por estar presente.

    Susana: Siempre es apreciado tu comentario.
    Vanessa: Por suerte todavia hay muchos lugares así, solo hay que decidirse a descubrirlos y compartirlos.
    Montserrat: No estarás pensando en comprar algo no?
    Marisa: Gracias por la visita y comparto eso de ser mas amables con la naturaleza.

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Zafar

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