Ya estamos mas cerca, solo nos queda cruzar ese último tramo de bosque y pararnos al pie de esa muralla natural para evaluar que hacemos. Está siempre presente la idea de que nosotros decidimos cuando parar. Hemos llegado hasta aquí porque así lo hemos querido. Nadie nos puede obligar a seguir si decidimos lo contrario. El último tramo es el que resulta más atractivo, pero a la vez es el de mayor dificultad. Desde allí el sendero sigue en pendiente ascendente de unos cuatrocientos metros de desnivel hasta la Laguna de los tres.
Las infaltables gaviotas alborotaban el cielo plomizo sobre un montículo de basura recién depositada por un camión volcador amarillo. Allí, naturalmente, merodeaba el suizo. Y le gustaba robar; pero sus “colegas” del basural no soportaban, aunque al final debían hacerlo, esa costumbre. La ley no escrita era compartir la basura, compartir los espacios. Pero no robarse entre ellos. – El basural del frío Héctor Rodolfo Peña
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
Zafar
-Cuántas veces te lo tengo que decir, -dijo zamarreándolo de la remera- no quiero verte más en esa esquina jugando con esos atorrantes, que ...
-
Es difícil imaginar como se lee desde el lugar del gobernante una derrota. Pero voy a arriesgar un escenario posible: imagino al Gobernador ...
-
Cuando reflexionamos sobre las cuestiones a tener en cuenta a la hora de formular proyectos sociales que puedan ser considerados exitosos en...
-
Una pareja pasa por la costanera. Van abrazados, como si sintieran frío. Es raro, en estos tiempos, ver parejas que caminen abrazadas. Ella...
Buena idea la de este blog.
ResponderBorrarAsí por etapas resulta muy interesante.
Te felicito.
Saludos.
Hermosas vistas.
ResponderBorrarMe gusta tu blog, muy interesante.
Saludos.
Un gusto poder estar
ResponderBorraren contacto con la
naturaleza, sería
precioso poder coronar
el recorrido llegando
a la cumbre, pero
sin correr peligros.
Un abrazo
Gracias por pasarte y leerme.
ResponderBorrar¡impresionantes imágenes las de tu blog!
biquiños,