Lo que demora mi marcha, no es el ascenso, son las formas que el bosque nos ofrece. Hay en su interior posturas que –quizás- solo los caprichos de la naturaleza puedan explicar. Percibo gestos a las que no quiero darles el carácter de casuales. Me siento bienvenido a este territorio -en los que se ha trazado un sendero- que me invita a refugiarme en él.
Las infaltables gaviotas alborotaban el cielo plomizo sobre un montículo de basura recién depositada por un camión volcador amarillo. Allí, naturalmente, merodeaba el suizo. Y le gustaba robar; pero sus “colegas” del basural no soportaban, aunque al final debían hacerlo, esa costumbre. La ley no escrita era compartir la basura, compartir los espacios. Pero no robarse entre ellos. – El basural del frío Héctor Rodolfo Peña
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es curioso, a mi me llama mucho la atencion los arboles secos cuando estan en medio de follajes, como este, tengo dos o tres fotos con ese mismo tipo de perspectivas.. se me hace muy interesante, este no se queda atras.
ResponderBorrarsaludos!
quizá no haya nada casual en los gestos. incluso el más mínimo de los gestos tiene una intención aunque sea breve. en los gestos de ella (madre, mujer, natura, tierra) me quiero refugiar.
ResponderBorrarNo es extraño que te demores
ResponderBorraren el camino porque las formas
con las que te encuentras
son para pasarse un rato
contemplando, reflexionando
y admirando.
Así es la naturaleza siempre sorprendiéndonos.
Besos