Lo que demora mi marcha, no es el ascenso, son las formas que el bosque nos ofrece. Hay en su interior posturas que –quizás- solo los caprichos de la naturaleza puedan explicar. Percibo gestos a las que no quiero darles el carácter de casuales. Me siento bienvenido a este territorio -en los que se ha trazado un sendero- que me invita a refugiarme en él.
Cuando miro las fotos de los frigoríficos —ese primer intento de desarrollo industrial, que surgió como complemento del oro blanco que representó la lana ovina—, no me pregunto por qué dejaron de funcionar, porque eso tiene relación con factores externos a nosotros. Lo que me provoca —el entrecruzamiento de fotos de “ estas ruinas, impregnadas de la temporalidad” (1) , que reflejan un momento de la ocupación capitalista del territorio—, es pensar en cómo, el abordaje del pasado, puede ayudarnos a entramar los hilos de un futuro que no deja de ser incierto. ¿Son estas fotos un espejo en el que nos podemos mirar para empezar a reconocernos? Ahí se me aparece, Florida Blanca, ese asentamiento español, que -cuando deciden abandonarlo- lo prenden fuego. Imagino al aónikenk observando esa escena. Ellos que eran nómades por naturaleza, que más tarde sucumbieron frente al proceso de colonización de la tierra, tratando de entender, el porqué de esa destrucción. Pienso tambien en los ...
es curioso, a mi me llama mucho la atencion los arboles secos cuando estan en medio de follajes, como este, tengo dos o tres fotos con ese mismo tipo de perspectivas.. se me hace muy interesante, este no se queda atras.
ResponderBorrarsaludos!
quizá no haya nada casual en los gestos. incluso el más mínimo de los gestos tiene una intención aunque sea breve. en los gestos de ella (madre, mujer, natura, tierra) me quiero refugiar.
ResponderBorrarNo es extraño que te demores
ResponderBorraren el camino porque las formas
con las que te encuentras
son para pasarse un rato
contemplando, reflexionando
y admirando.
Así es la naturaleza siempre sorprendiéndonos.
Besos