Hace una hora que estamos caminando y todo hace pensar que esto puede durar un poco más. Me abrazo a un tronco, respiro fuerte, miro el cielo y como impulsado por la naturaleza, sigo adelante. Desaparecen los árboles y frente nuestro, hacia el oeste podemos apreciar al Glaciar huemules que se deja caer por la ladera del cerro. Ahora el terreno es plano pero mantiene la pendiente, damos unos pasos y ya tenemos frente a nosotros a una hermosa laguna que como un gran cráter conserva el agua que drena la masa glaciaria.
Mis pasos se aceleran y avanzo rápidamente hasta su orilla. Hay momentos que uno debe dejarse llevar. Suspender toda necesidad de juzgar o de intentar explicar lo que está sintiendo. Son esos momentos en los que las imágenes fluyen naturalmente acompañadas por el retumbar del corazón que con un ritmo exaltado y armonioso a la vez, nos sacan de –aunque sea por unos momentos- de la artificialidad en la que nos encontramos.
Llegué a la escritura motivado por una búsqueda, en principio inconsciente, que se corporizó en mí cuando empecé a tener noción de lo que representaba el haber nacido en un campamento petrolero. Un lugar que, a la vez, era ningún lugar; un hábitat en el que, el único rasgo permanente, estaba conformado por lo provisorio. De hecho, mi permanencia en Cañadón Seco, duró lo que pudo haber durado la convalecencia posparto de mi madre. La imagino a ella llevándome en brazos, en el transporte de Mottino y Acuña, mezclada entre los obreros que regresaban a Caleta Olivia. Apenas unas horas de vida tenía y ya formaba parte de un colectivo. Un colectivo de obreros, llegados de todos lados buscando el amparo de eso que se erguía como una sigla que, en ese tiempo, todo lo podía: YPF. —Nacido en Cañadón Seco —decía cuando me preguntaban— y criado en Caleta Olivia —agregaba en el intento de transmitir alguna certeza acerca de mi origen. Empecé a pensar en esto cuando me vine a vivir ...
Madre Piedra, Madre Roca, Madre de todas las montañas, que màs da!!!
ResponderBorrartus palabras i tus fotos son algo que espero cada dia. Gracias por compartir!
me gusta eso de los momentos en los que uno debe dejar de preguntarse por qué... me cuestan, me cuestan... lindas imágenes!
ResponderBorrarun beso!
Qué hermosa la canción de Hugo Giménez Agüero, la recuerdo cantada por Marta Pirén...
ResponderBorrar¿Cómo resuena un sapucai correntino cerca del Chaltén?
Saludos cordiales.
Cualquier esfuerzo es poco si luego se disfruta de esta maravilla.
ResponderBorrarSaludos
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