A no desviarse del sendero Madre e Hija, parece ser la consigna y a uno se le disparan todo clase de especulaciones ¿Que habrá en este trayecto al que han denominado con tanta carga emotiva? ¿Cuantas hijas se habrán sentido interpeladas por esto que no llega a ser una consigna pero que está como latente en la antesala del paraíso? ¿Habrá en el trayecto un sendero hija que decide ser solo sendero hija?
Cuando miro las fotos de los frigoríficos —ese primer intento de desarrollo industrial, que surgió como complemento del oro blanco que representó la lana ovina—, no me pregunto por qué dejaron de funcionar, porque eso tiene relación con factores externos a nosotros. Lo que me provoca —el entrecruzamiento de fotos de “ estas ruinas, impregnadas de la temporalidad” (1) , que reflejan un momento de la ocupación capitalista del territorio—, es pensar en cómo, el abordaje del pasado, puede ayudarnos a entramar los hilos de un futuro que no deja de ser incierto. ¿Son estas fotos un espejo en el que nos podemos mirar para empezar a reconocernos? Ahí se me aparece, Florida Blanca, ese asentamiento español, que -cuando deciden abandonarlo- lo prenden fuego. Imagino al aónikenk observando esa escena. Ellos que eran nómades por naturaleza, que más tarde sucumbieron frente al proceso de colonización de la tierra, tratando de entender, el porqué de esa destrucción. Pienso tambien en los ...
Qué nombre tan enigmático!
ResponderBorrarCuando concrete mis vacaciones programadas, que incluyen conocer tu localidad, te cuento!!
ResponderBorrarGracias por tu visita a mi Ciudad!
Abrazos!!