Ir al contenido principal

Padre cielo X

Llegamos al campamento y un cartel nos indica que faltan solo quinientos metros para llegar a la meta, a partir de ahora, nuestra suerte está echada. Llevamos casi cuatro horas caminando. La jornada ha estado cargada de una plenitud como muy pocas veces me ha tocado experimentar, pero las metas suelen ser así, nos definen en nuestras posibilidades y siempre he creído que uno solo tiene oportunidad de crecer, de escaparle a la mediocridad solo si se propone alcanzar metas que para el sentido común suenan a imposibles.

Comentarios

  1. Totalmente de acuerdo con vos. La mediocridad sólo se supera de esa forma.

    Muchas gracias por visitarme.

    Saludos y buena semana!

    ResponderBorrar
  2. Que privilegio vivir donde vivís…
    -voy a pasar a conocerte-
    Besos!

    ResponderBorrar
  3. cuatro horas caminando!!???... que barbaro!, nada mas de leerlo me canso, caray, estoy segura que la recompensa del llegar al lugar final sera muy buena!

    un beso

    ResponderBorrar
  4. creo que con este viaje has pintado un mapa de la plenitud, de tu plenitud. bien por ello! XD

    ResponderBorrar
  5. Ya falta menos!!! Espero con impaciencia la llegada a destino.
    Munuda excursión estoy haciendo con"vos"

    ResponderBorrar
  6. Escapémosle a la mediocridad, y que se queden con el sentido común aquellos que no quieren ver ni modificar nuestra realidad.

    Muy bueno entrar a un blog y que una de las primeros post sea de un lugar al cual llegué gastandolasuela por las rutas.
    Sonia: si estuvieses en esa caminata te aseguro que es costoso pero al llegar al Chaltén (que quiere decir "montaña que echa humo" en tehuelche; más conocido en el mundo Occidental como "Fitz Roy") y observar algo tan natural y virgen en estos hacen olvidar cualquier dolor de piernas, aunque las topper de lona me hayan puteado un rato.

    No quiero aguar la fiesta, ni adelantar nada y aguardaré que el viajante nos lleve a su voluntad.

    Increíble!
    Fraternal abrazo

    ResponderBorrar

Publicar un comentario

Entradas más populares de este blog

La memoria espectral de los frigoríficos

Cuando miro las fotos de los frigoríficos —ese primer intento de desarrollo industrial, que surgió como complemento del oro blanco que representó la lana ovina—, no me pregunto por qué dejaron de funcionar, porque eso tiene relación con factores externos a nosotros. Lo que me provoca —el entrecruzamiento de fotos de “ estas ruinas, impregnadas de la temporalidad” (1) , que reflejan un momento de la ocupación capitalista del territorio—, es pensar en cómo, el abordaje del pasado, puede ayudarnos a entramar los hilos de un futuro que no deja de ser incierto. ¿Son estas fotos un espejo en el que nos podemos mirar para empezar a reconocernos? Ahí se me aparece, Florida Blanca, ese asentamiento español, que -cuando deciden abandonarlo- lo prenden fuego. Imagino al aónikenk observando esa escena. Ellos que eran nómades por naturaleza, que más tarde sucumbieron frente al proceso de colonización de la tierra, tratando de entender, el porqué de esa destrucción. Pienso tambien en los ...

Vestigios

En Santa Cruz, la idea de lo provisorio, de estar solo de paso, estuvo siempre en permanente disputa con el deseo de arraigarse.  Muchos, como Magallanes, sin importar la actividad económica que haya prevalecido, el origen migrante, la condición social, o el motivo que los haya impulsado a venir, recalaron sólo para pasar el invierno.  Otros, como emulando a los habitantes originarios de esta tierra, lo hicieron para quedarse. Echar anclas sin vuelta, quemar las naves, decididos a establecerse. Indagar en nuestra historia es como hurgar en una construcción que, a las claras, no ha sido parte de un proyecto común.  La memoria colectiva santacruceña tiene esa impronta: aparece fragmentada, de a retazos, como si fueran partes de un todo inexistente.  Puede que, el no ser, sea la característica más significativa de nuestra identidad.  En este contexto, los vestigios de los frigoríficos construidos en Santa Cruz a principios del siglo pasado, aparecen com...

Vueltas

Escribir   un     rezo para un Dios    inexistente   Inventarme    un Dios       al cual rezarle sin fe   Encontrar    una fe       que no esté presa de una religión   Profesar   una religión      en la que no haga falta          rezar para huirle a la angustia que me acompaña desde que no estás