Llegamos al campamento y un cartel nos indica que faltan solo quinientos metros para llegar a la meta, a partir de ahora, nuestra suerte está echada. Llevamos casi cuatro horas caminando. La jornada ha estado cargada de una plenitud como muy pocas veces me ha tocado experimentar, pero las metas suelen ser así, nos definen en nuestras posibilidades y siempre he creído que uno solo tiene oportunidad de crecer, de escaparle a la mediocridad solo si se propone alcanzar metas que para el sentido común suenan a imposibles.
Llegué a la escritura motivado por una búsqueda, en principio inconsciente, que se corporizó en mí cuando empecé a tener noción de lo que representaba el haber nacido en un campamento petrolero. Un lugar que, a la vez, era ningún lugar; un hábitat en el que, el único rasgo permanente, estaba conformado por lo provisorio. De hecho, mi permanencia en Cañadón Seco, duró lo que pudo haber durado la convalecencia posparto de mi madre. La imagino a ella llevándome en brazos, en el transporte de Mottino y Acuña, mezclada entre los obreros que regresaban a Caleta Olivia. Apenas unas horas de vida tenía y ya formaba parte de un colectivo. Un colectivo de obreros, llegados de todos lados buscando el amparo de eso que se erguía como una sigla que, en ese tiempo, todo lo podía: YPF. —Nacido en Cañadón Seco —decía cuando me preguntaban— y criado en Caleta Olivia —agregaba en el intento de transmitir alguna certeza acerca de mi origen. Empecé a pensar en esto cuando me vine a vivir ...
Totalmente de acuerdo con vos. La mediocridad sólo se supera de esa forma.
ResponderBorrarMuchas gracias por visitarme.
Saludos y buena semana!
Que privilegio vivir donde vivís…
ResponderBorrar-voy a pasar a conocerte-
Besos!
cuatro horas caminando!!???... que barbaro!, nada mas de leerlo me canso, caray, estoy segura que la recompensa del llegar al lugar final sera muy buena!
ResponderBorrarun beso
creo que con este viaje has pintado un mapa de la plenitud, de tu plenitud. bien por ello! XD
ResponderBorrarYa falta menos!!! Espero con impaciencia la llegada a destino.
ResponderBorrarMunuda excursión estoy haciendo con"vos"
Escapémosle a la mediocridad, y que se queden con el sentido común aquellos que no quieren ver ni modificar nuestra realidad.
ResponderBorrarMuy bueno entrar a un blog y que una de las primeros post sea de un lugar al cual llegué gastandolasuela por las rutas.
Sonia: si estuvieses en esa caminata te aseguro que es costoso pero al llegar al Chaltén (que quiere decir "montaña que echa humo" en tehuelche; más conocido en el mundo Occidental como "Fitz Roy") y observar algo tan natural y virgen en estos hacen olvidar cualquier dolor de piernas, aunque las topper de lona me hayan puteado un rato.
No quiero aguar la fiesta, ni adelantar nada y aguardaré que el viajante nos lleve a su voluntad.
Increíble!
Fraternal abrazo