Trato de centrarme en lo que seguramente debería ser mi única preocupación, el vender el campo, cobrar la comisión y seguir desarrollando mi trabajo. Pero no, no puedo evadirme de los pensamientos que disparan realidades como la de los peones rurales, que siguen igual o peor que los que osaron organizarse y desafiar a la historia que aun hoy se niega a darles un lugar como seres humanos. Ya no son chilenos, ahora uno encuentra correntinos, formoseños y chaqueños. No traen a su familia, vienen solos a cambio de la comida, alojamiento y un sueldo de peón rural que giran al norte en donde seguramente debe ser más que bienvenido.
Cuando miro las fotos de los frigoríficos —ese primer intento de desarrollo industrial, que surgió como complemento del oro blanco que representó la lana ovina—, no me pregunto por qué dejaron de funcionar, porque eso tiene relación con factores externos a nosotros. Lo que me provoca —el entrecruzamiento de fotos de “ estas ruinas, impregnadas de la temporalidad” (1) , que reflejan un momento de la ocupación capitalista del territorio—, es pensar en cómo, el abordaje del pasado, puede ayudarnos a entramar los hilos de un futuro que no deja de ser incierto. ¿Son estas fotos un espejo en el que nos podemos mirar para empezar a reconocernos? Ahí se me aparece, Florida Blanca, ese asentamiento español, que -cuando deciden abandonarlo- lo prenden fuego. Imagino al aónikenk observando esa escena. Ellos que eran nómades por naturaleza, que más tarde sucumbieron frente al proceso de colonización de la tierra, tratando de entender, el porqué de esa destrucción. Pienso tambien en los ...
esos son los lugares, donde uno desconoce de limites. de limites de fronteras.
ResponderBorrarde limites de horizontes, donde es cielo? donde es tierra?
Esos desafíos que curten
ResponderBorrary dejan cicatrices.
Es bueno pensar en los demás
cosa que ya no ocurre a menudo.
Gracias por acercarte por
mi ventana y dejar
un amable comentario.
Un saludo.
esto es el cuento de nunca acabar!
ResponderBorrar=0S
Me estoy enterando de cosas que no me gustan nada. Ahí en el humbral del mundo, no habeís oido hablar de los derechos humanos? Tu foto es bonita, pero lo que más me ha impresionado son tus relidades.
ResponderBorrarGracias por tus crónicas!
Juana: Los limites los fué imponiendo el hombre con sus alambrados, aunque es cierto que uno puede muchas veces quedar atrapado en los espejismos que en medio de tanto desierto dibujan cielños en la tierra y tierra en los cielos.
ResponderBorrarMarisa: Estoy dando esa batalla para no dejar de pensar en los demas, para que no me dé lo mismo lo que le pasa a los demás.
Sonia: Como dice untema hermoso de Vox Dei:
No puedo yo entender, si es asi la verdad
de que sirve ganar, si despues perdere
Inutil es pelear no puedo detenerlo
lo que hoy empezé, no será eterno.
Montserrat: Por estos lados la realidad es mas cruda de lo que muchos pueden imaginar y eso tal vez la haga mas interesante.